La Mitificación del Héroe Actual Mexicano Como Portavoz de la Violencia

Por: Sophía Pereznájera 

¿En qué momento los narcotraficantes se convirtieron en héroes para la sociedad mexicana? 

Hoy en día la programación de televisión y plataformas digitales ofrece un amplio catálogo de contenidos violentos, referentes al narcotráfico, y en formato de series o telenovelas. Pero, ¿a qué se debe que la trágica realidad de nuestro país sea también entretenimiento?

Sabemos que desde sus inicios, el ser humano ha tenido la necesidad de representar su entorno a través de relatos, escritos, y artes plásticas. Las manifestaciones artísticas no sólo han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, sino que han estado en constante evolución dependiendo siempre del contexto social, político, ideológico y económico del hombre.

El Guernica, por ejemplo fue pintado por Pablo Picasso en 1937 con el fin de reflejar las desgarradoras huellas  que la guerra civil española había dejado a su paso. Específicamente, el bombardeo a la ciudad de Guernica que le arrancó la vida a más de 300 personas.

Guernica, Pablo Picasso (1937)

Otro claro ejemplo es el pintor mexicano Rafael Cauduro, quien través de su obra refleja innegables y terribles comportamientos de la sociedad actual mexicana. Su obra Un clamor por la justicia: 7 crímenes mayores se encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hace una utilización fenomenal de paredes y ventanas del interior del edificio. En el mural se muestran 7 crímenes que son permitidos por los organismos gubernamentales del país y que, frecuentemente, son también cometidos por ellos.

Un clamor por la justicia from Sophía Pereznájera Ortega

Ambos ejemplos muestran el reflejo de una sociedad violenta e injusta convertida en expresión artística. Y resulta sorprendente que las creaciones actuales no sólo continúan siendo de temáticas violentas, sino que dicha violencia ya no es abordada como una crítica.

El narcotráfico forma parte de la realidad de América Latina y crece rápida y exponencialmente. La guerra contra el narcotráfico, declarada por el ex presidente de México, Felipe Calderón, ha durado más de 11 años y se ha llevado la vida de más de 188,000 personas.  

En un país como México donde 53.4 millones de personas viven en pobreza, reina el narcotráfico. El movimiento se ha incrementado en los últimos años y esto se debe a distintas causas, la declarada guerra contra el narcotráfico por parte del gobierno mexicano, la situación económica mundial, la pobreza.

¿Qué tan certera es la relación entre la pobreza y la violencia en nuestro país?

La pobreza en México y su relación con la violencia

De acuerdo a un estudio realizado por la revista Forbes en el 2015 , la pobreza y la desigualdad no son causantes correlacionales de la inseguridad en el país.

Si bien estos dos factores suscitan el crecimiento de delitos, éstos son de bajo impacto. Los delitos de bajo impacto refieren específicamente a robos a personas o negocios. En cambio, los delitos de alto impacto refieren a violación, extorsión, secuestros y homicidios.

Sin embargo, las estadísticas del estudio muestran que existe una estrecha relación entre la corrupción y los delitos de alto impacto y, que estos delitos se relacionan entre ellos. Es decir que cuando hay caso de secuestro, es común que esté ligado o se vea continuado por casos de violación, extorsión y/u homicidio.

Según las observaciones realizadas en el estudio, el crimen organizado siempre trabaja en equipo con la autoridad. Los mercados negros exigen violencia para competir, pues el narcomenudeo funciona a base de dinero, amenazas, y menosprecio del valor de la vida.

Es por esto que se han creado dos tipos de corrupciones en la autoridad: las mordidas y robos, y la resultante de las mafias de la droga.

“Los años que muestran una mayor cantidad de homicidios  son 2011, 2012, y 2013, años en que el narcotráfico se intensificó en el país dentro del sexenio más violento.”

De acuerdo con las estadísticas realizadas por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en el año 2017, se registraron 23, 953 homicidios en México en el 2016. Dicho dato fue extraído de los registros administrativos de defunciones accidentales y violentas, generados por las entidades federativas.

Las tres entidades federativas que reportan mayores casos de homicidios en el 2016 son: Estado de México (2,749), Guerrero (2,542), y Chihuahua (1,757). Mientras que las tres entidades federativos con menos casos de homicidio son: Aguascalientes (46), Yucatán (64), y Campeche (93).

Cabe destacar que los números han crecido exponencialmente a lo largo de los años. El número total de homicidios en la República Mexicana el año 2008 fue de 8, 867, y para el 2016 este número estuvo cerca de triplicarse con 23,953 casos reportados.

Dentro del estudio estadístico hay gráficas que muestran la evolución numérica de los homicidios en México en un rango de 1990 a 2016. Los años que muestran un incremento mayor son 2011, 2012, y 2013, años en que el narcotráfico se intensificó en el país dentro del sexenio más violento.

INEGI, 2017

No suficiente con la preocupante situación de violencia y narcotráfico en nuestro país, resulta casi increíble que los medios de comunicación no hagan más que tomarse este fenómeno muy a la ligera.

La producción de contenidos violentos y relacionados con el narcotráfico comenzó hace doce años y no ha cesado. Ejemplos tales como los narcocorridos y las narcoseries son ahora el retrato “artístico” de los fenómenos sociales, respuesta natural del ser humano de la cual se habló al inicio del reportaje.

¿Qué son las narcoseries?

Las Narcoseries son programas de televisión enfocados en explotar la vida de narcotraficantes reales. En estos programas se admira el extravagante estilo de vida de estos peculiares personajes, su astucia para evadir la ley con el manejo de sus negocios y los hechos reales que superaron por completo la ficción. Se enfocan en una idea de narcotraficante-héroe, es decir, ya no los vemos como personajes peligrosos, si no como hombres exitosos, de buen corazón y apasionados.

Entre las narcoseries más consumidas se encuentran: La Reina del Sur (2011), El Señor de los Cielos (2013), Rosario Tijeras (2010), Escobar, el Patrón del Mal (2012), Sin Tetas No Hay Paraíso (2006), Breaking Bad (2008), El Capo (2009), Las Muñecas de la Mafia (2009), El Cártel (2008), La Viuda Negra (2014).

México como tal es un país sin héroes 

La oferta de contenidos violentos no es algo nuevo para nadie, pero lo verdaderamente preocupante está en que la audiencia de narcoseries está conformada en gran parte por niños y menores de edad. Dicho contenido muestra imágenes de contenido donde abundan la violencia, adicciones, sexualidad y lenguaje soez. 

Pero, ¿En quién radica la responsabilidad? 

Una de las dos razones por las cuales los menores de edad están expuestos a estos contenidos son los horarios de programación. En televisión abierta es posible sintonizar la transmisión de narcoseries a partir de las 16:00 hrs. La realidad es que dichos contenidos deberían de transmitirse exclusivamente en horarios nocturnos, en que niños y menores de edad no tengan a acceso a ellos. El segundo problema radica en la inconciencia de los podres de familia y tutores que permiten que sus hijos vean estas series. 

El equipo de Hasta el Queque realizó una entrevista a Fernando Bustos Gorozpe, licenciado en filosofía, estética, semiótica, cine y política por la Universidad Veracruzana. 

El licenciado explica que: " México como tal es un país sin héroes, es un país donde nos enseñan desde pequeños a desconfiar en las figuras de autoridad que generalmente serían los héroes. Y al aprender, desde los padres que hay que desconfiar de las figuras de autoridad los niños naturalmente aprenden a ver a  aquellos que desafían y desobedecen a estas figuras como héroes, estos niños entonces crecen y son los que llegan a consumir estas narcoseries."

Fernando Bustos Gorozpe asegura también que las futuras generaciones expuestas a estos contenidos aprenderán a desconfiar de las autoridades desde muy temprana edad siempre y cuando esta idea se siga perpetuando.

Uno de los escándalos más actuales referente a la producción de narcoseries implica que el actor Mauricio Ochmann renunció a su papel en la serie "El Chema" debido a que se rehusa a seguir personificando a un narcotraficante que hoy en día es héroe para millones ni niños y menores de edad que veían la serie. Adquirió y mostró responsabilidad con respecto a su papel como líder de opinión.

No resulta sorpresivo que las narcoseries sean contenido mediático altamente consumido, pues una realidad es que tienen una producción documentada y basada en hechos reales, lo cual resulta atractivo para el televidente. Ofrece una visión dramatizada de los hechos que abundan en nuestro país y esto, no sólo genere morbo e interés, sino también conciencia inconsciente ya que al ver dicho contenido, están de una u otra forma informados acerca del narcotráfico en Latinoamérica, aunque por otro lado, se termina entendiendo como un elemento puramente ficcional.

Por último me gustaría decir que lo más importante de todo es generar conciencia en todos los hogares en que se consume este contenido. Que los padres de familia se responsabilicen de los contenidos que bombardean a sus hijos día a día y cómo estos influyen profundamente en su visión del mundo y en su tolerancia a la violencia. Por otro lado, las televisoras y los organismos gubernamentales deben también cerciorarse de que el contenido se deje de producir o, en su defecto, se transmita únicamente en horarios nocturnos en que menores de edad no estén expuestos al consumo de contenidos violentos, sexuales, soeces, y agresivos.

¿Es necesario dejar de producir narcoseries? ¿Es cuestión de regular sus horarios? Y tú, ¿qué opinas?